Los estudiantes de krav maga son entrenados para aprovechar las técnicas de la defensa cuando se encuentran sentados, tendidos, cuando se caen de espaldas o están en la cama, es decir, cuando sus movimientos son limitados. Pero una vez, empezada la lucha, los practicantes de krav maga estarán en una posición que les permita liberarse de los golpes y de las patadas, mantener el equilibrio y defenderse eficazmente. Los pies deben estar ligeramente separados, las rodillas un poco inclinadas con el mayor peso del cuerpo en la pierna frontal y los glúteos el torso doblado para proteger el área vulnerable (la ingle) al máximo. Las manos del practicante están al nivel de los hombros enfrente de la cara para proteger la cabeza y la parte superior del cuerpo y también para facilitar la ejecución de la defensa.
Una prueba de la eficacia del krav maga es que este mismo atrae muchos “cinturones negros” de los otros sistemas, cómo complemento de sus técnicas de combate. “El krav maga representa un futuro tanto para las fuerzas públicas como para los civiles. “Nos ofrece una gran variedad y posibilidades de éxito que no he encontrado en otros sistemas de defensa. “Llena el hueco de las técnicas defensivas“. “Tiene el mejor método de desarmamiento y de defensa contra las navajas mejor que nunca he visto, un arte puro.” La gama de las patadas del estudiante de krav maga incluye la patada circular, frontal, de talón de pie, lateral, hacia atrás tanto de la perspectiva defensiva como ofensiva. Tiene también en su disposición una serie completa de técnicas aplicadas con los puños: el directo, el gancho, el puño-cuchillo (“uppercut”) y el puño-martillo. Todas éstas son posibles en combinaciones y ritmos innumerables. El uso de los golpes con la rodilla y con el codo y la cabeza están igualmente aceptados.
Aunque el krav maga es un sistema oficial de combate cara a cara de la milicia israelí, no tienes que ser un israelí o un judío para entrenarlo o sacar beneficio del estilo. El fundador, Imi Lichtenfeld, ha creado este arte con la perspectiva que éste estuviera a la disposición de la gente no importa edad o sexo.
Si el krav maga funciona tan bien para los oficiales de la fuerza pública que, normalmente, tienen poco tiempo para el entrenamiento, se pueden imaginar las posibilidades ofrecidas para los civiles que no están bajo las mismas restricciones al defenderse de las agresiones.