¿Qué es Kung Fu?

 

 

Varias veces hemos hablado de la estrecha relación entre ejercicio Zen y escuela física o corporal (ejercicio elemental del boxeo monacal). Sobre esta relación clave para la comprensión del Kung Fu, vamos a decir unas palabras.

La meta del .budismo es el perfeccionamiento del cuerpo, el dominio de las funciones corporales o físicas, mediante la coordinación y control respiratorio, y no —como lo han introducido en el Zen los países occidentales— la liberación del espíritu de las ataduras del cuerpo. La Iluminación (satori) procede del centro físico de la personalidad (hará), que es representado al mismo tiempo como Intelectual-espiritual. La meta del ejercicio Zen es llegar, desde el centro del cuerpo, al centro radiante del 'uno mismo', a través de la disposición sobre /as fuerzas vitales elementales.

El principio corporal juega un papel esencial en la escuela de meditación del Zen. Sobre este fondo se comprenderá también que uno de los fines del monje fuese desarrollar una escuela física —una especie de ejercicio de meditación transformado en acciones móviles—, que estuviese determinada por la fuerza de la espontaneidad y del automatismo in- terno, vital, lo cual, sin embargo, a tenor de la doctrina budista, sólo cabe conseguir cuando uno deja «fluir» sus 'aptitudes naturales', libres de influjos perturbadores. Pero éste es precisamente el problema, porque en comparación con el animal, al hombre le faltan esas aptitudes naturales y esas condiciones corporales ligadas al instinto.

La solución de este problema se halla en el Shaolin-ssu, la vía del boxeo monacal. Para unos, los miembros del cuerpo están configurados como armas naturales; para otros, y esto es lo decisivo, el hombre se orienta hacia las formas móviles de los distintos animales, precisamente hacia aquéllas que se caracterizan por modos de movimiento especializado y automático. Algo así se fueron desarrollando también las armas naturales, sobre todo, las posiciones de manos y dedos, a base de los movimientos y armas de los animales.

La investigación de las formas móviles de los animales ha puesto en claro que los animales están sometidos al principio corporal o físico, es decir, que el cuerpo está organizado de la forma más efectiva para vencer la resistencia. Ejemplo de cuanto decimos lo tenemos en el ya citado estilo Tai Mantis, porque el comportamiento dirigido por el instinto ha alcanzado, sobre todo en los insectos, un alto grado de perfección.

Con el desarrollo del arte marcial chino, se intentó justamente someter la razón a los miembros, para de ese modo lograr hacerse con aquella seguridad que muestra el «principio corporal», es decir, el modo de movimiento, instintivo y automático, de los animales. A esto obedece, y no en último término, la fascinación que ejercen las artes marciales, que son capaces de demostrar una seguridad de movimientos semejantes a la de los animales y que con ello parecen superar en astucia la imperfección del cuerpo humano.

 

 

 

 

 

 


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